Tipos de biomateriales

Tipos de biomateriales 

Para que todo lo expuesto no se quede en una serie de conceptos etéreos, te presentamos pruebas de la utilidad de los biomateriales. No podemos cubrirlos todos (pues la lista es muy larga), pero sí recogemos algunos de los más interesantes.

A lo largo de la clasificación por generaciones que haremos de los biomateriales podemos encontrar entremezcladas las siguientes categorías de biomateriales. Estas categorías nos dan una idea general acerca de su comportamiento indistintamente del tipo de material (Metal, cerámica, compuesto,etc) o de sus dimensiones (macroscópico, microscópico, nanoscópico, etc).

Bioactivos.

Un material bioactivo es aquel que proporciona una respuesta biológica específica en la
interface del material, que resulta en la unión entre el material y los tejidos. Estos
reaccionan químicamente con el medio, dando lugar a la formación de un fuerte enlace
interfacial entre el implante y el tejido huésped.

Biodegradables.

Se diseñan para degradarse gradualmente y de esta manera poder ser reemplazados por el
tejido huésped. Los constituyentes de estos materiales degradados deben ser aceptados
por el organismo y es necesario un ajuste entre la degradación de biomaterial con la
formación de tejido propio.

Inertes

Se utilizan en contacto directo con el tejido óseo y se busca la osteointegración, es decir la
unión directa estructural y funcional entre el tejido óseo y la superficie del implante. El
material más extendido es el titanio y sus aleaciones.

1. Cerámicas de fosfato de calcio

Las cerámicas porosas de fosfato de calcio pueden usarse para reparar ciertos defectos intraóseos, ya que no son tóxicas, son biocompatibles con el organismo y no trastocan significativamente los niveles de calcio y fósforo en la sangre. De todas formas, como las biocerámicas son eminentemente duras y se degradan de forma muy lenta, suele ser necesario combinarlas con polímeros biodegradables para conseguir mejores resultados.

Este tipo de implantes se utilizan para promover una recuperación ósea en fracturas, por ejemplo. Como dato curioso, se ha observado que imbuir estos biomateriales con células madre mesenquimales puede promover una regeneración tisular más rápida y perfeccionada en ciertos animales. Como podrás ver, un biomaterial no es solamente un mineral o compuesto, sino una mezcla de elementos orgánicos e inorgánicos que tratan de buscar el equilibrio perfecto para alcanzar su funcionalidad.

2. Cristales bioactivos

Los cristales bioactivos también son ideales para ciertos procesos regenerativos a nivel óseo, pues se puede controlar su ratio de degradación, secretan ciertos materiales iónicos con potencial osteogénico y tienen una reunión de afinidad con el tejido óseo más que correcta. Por ejemplo, múltiples estudios han mostrado que algunos cristales bioactivos fomentan la activación de los osteoblastos, células del tejido óseo que segregan matriz intercelular que le otorgan al hueso su dureza y funcionalidad.

 


3. Tornillos bicorticales reabsorbibles

Las placas y tornillos reabsorbibles a base de ácidos poliláctico y poliglicólico están a la orden del día, pues cada vez sustituyen más a los elementos duros de titanio que tantos problemas traían a la hora de soldar lesiones.

Por ejemplo, el poliglicolato es un material resistente, no rígido, no se deshilacha y ofrece una buena seguridad como pilar durante la sutura. Estos materiales superan al titanio por mucho, ya que causan mucha menos incomodidad en el paciente, son más económicos y no requieren de extracción quirúrgica.


4. Parches de biomateriales

Hasta ahora te hemos citado biomateriales que se utilizan para la regeneración de los huesos, pero también se usan en tejidos blandos. Por ejemplo, el National Institute of Biomedical Imaging and Bioengineering está desarrollando parches de alginato, a base de algas marrones, como selladores terapéuticos para tratar infiltraciones pulmonares por traumas, cirugías, o condiciones como la neumonía y la fibrosis quística.

Los resultados de estas tecnologías son prometedores, ya que parece que los parches de alginato responden bien a las presiones similares a las ejercidas por los pulmones y ayudan la regeneración tisular en estos órganos tan esenciales para la vida.

5. “Vendaje” de hidrogel para las quemaduras

Las personas que sufren quemaduras graves viven una verdadera agonía cuando se manipulan sus vendajes y, además, estos retrasan el crecimiento epidérmico y la regeneración tisular. Mediante el uso de hidrogeles que se están estudiando a día de hoy, esta serie de problemas podrían desaparecer.

El hidrogel actuaría como una película ideal para impedir las infecciones y la degradación provocada por las inclemencias ambientales en la herida. Además, podría disolverse a razón de ciertos procedimientos controlados y exponer la lesión sin el estrés mecánico que esto supone. Sin duda, esto mejoraría infinitamente la estancia hospitalaria de los pacientes con quemaduras graves.





Lic. Miguel Quimis E. 
Departamento de Docencia en Salud          

miguel.quimise@ug.edu.ec

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