Fiabilidad y sistema de calidad
Fiabilidad y sistema de
calidad
Fiabilidad de un producto es la probabilidad que éste tiene de funcionar,
durante todo su ciclo de vida, en las condiciones ambientales de su uso
habitual. En definitiva, una alta fiabilidad significa que un producto cuenta
con grandes probabilidades de funcionar correctamente durante la mayor parte
del ciclo de vida.
En la era de los procesos de desarrollo de producto cada vez más cortos, el
método de los ensayos de fiabilidad podría utilizarse para verificar
rápidamente si el producto presenta o no debilidades de diseño y confirmar si
funcionaría bien en condiciones críticas o en un futuro entorno de trabajo.
El principal valor de la fiabilidad es descubrir los posibles defectos
durante la fase de diseño del producto, verificar la calidad de la producción
durante la fase de fabricación, reducir la posibilidad de devolución por parte
del cliente, mejorar la calidad del producto y mejorar el valor de la marca y
su reputación.
Fundamentalmente, clasificamos los métodos de ensayos de la fiabilidad que
seguimos como sigue: ensayos ambientales climáticos, ensayos ambientales
dinámicos, ensayos ambientales climáticos industriales y al aire libre, y
ensayos mecánicos de estrés.
Sistema de Calidad
Un Sistema
de Calidad es, ante todo, el resultado de acciones
conjuntas que una empresa u organización pone en marcha para la mejora de sus
procesos. No es algo aislado o que se implemente desde el exterior; todo lo
contrario, obedece a un modelo estratégico e integrado en todas sus etapas.
Estos procesos suponen la orientación de todos los elementos que se tengan
a mano en un sentido específico, que en este caso es optimizar las labores
internas de fabricación, diseño, distribución y venta para que,
simultáneamente, dichos esfuerzos se reflejen en el nivel de satisfacción de
los clientes o destinatarios.
O, dicho de otro modo, un Sistema de Gestión de Calidad es una valiosa
herramienta para la planificación, la coordinación y la ejecución de acciones
que fomenten la mejora continua en una organización.
Para ello, es fundamental que en cada caso se definan los
elementos clave del proceso, los cuales suelen agruparse en dos categorías
esenciales:
·
Capital
humano:
Es el valor que proveen los integrantes de una
organización. Cuando se trata de procesos de Gestión de Calidad, en ellos
recaen las responsabilidades de ejecución, monitorización y seguimiento. Sin
embargo, dicho valor no es estático. La empresa debe invertir recursos en su
formación para que el personal pueda llevar a cabo con éxito las labores que le
son delegadas.
·
Recursos
técnicos:
Son las herramientas, dispositivos o máquinas en los que
se apoya el personal de una empresa para llevar a cabo sus tareas, incluidas
aquellas que tienen que ver con la implementación de un Sistema de Gestión de
Calidad. En este caso, la dirección debe velar por su adecuado mantenimiento y
actualización.
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