Características de los biomateriales
Características de los biomateriales
Algunas de sus características ideales son las siguientes:
Propiedades
mecánicas apropiadas: no se puede introducir un biomaterial altamente rígido en
un tejido natural laxo, pues se impediría su correcta funcionalidad.
Resistencia a
la corrosión en un medio acuoso: el cuerpo humano es un 60% agua. Por ello, que
el biomaterial sea resistente al estrés hídrico es esencial.
No debe ser
propiciar toxicidad local ni eventos cancerígenos en el tejido en el que se
coloca.
A partir de
la segunda generación, se buscó que los materiales fueran, además, bioactivos.
Estos deben inducir una respuesta fisiológica que apoye la función y el
rendimiento del biomaterial.
Otra de las
nuevas características buscadas es que algunos de los materiales fueran capaces
de reabsorberse. Esto significa, que desaparezcan o cambien drásticamente con
el tiempo y puedan ser metabolizados por el organismo.
Por último, a
día de hoy se espera que algunos de ellos estimulen respuestas específicas a
nivel celular.
Como podrás imaginar, las propiedades
ideales de un biomaterial dependen completamente de la funcionalidad. Por
ejemplo, a un cirujano le interesa que un tornillo aplicado para la fijación de
un injerto en lesiones ligamentosas se reabsorba con el tiempo, así no hay que
volver a intervenir al paciente. Por otro lado, si el biomaterial sustituye a
una estructura vital, la idea es que sea permanente y resista a todas las
inclemencias del ecosistema corporal.
Además, algunos biomateriales son
interesantes desde un punto de vista celular, pues pueden desarrollar su
crecimiento y diferenciación. Por ejemplo, algunos cristales
bioactivos de tercera generación están diseñados para activar ciertos genes de
células de tejidos dañados, con la finalidad de promover la regeneración de
forma rápida. Parece una tecnología sacada de un futuro distópico, pero esto es
una realidad a día de hoy.
Hay muchas características que tienen los biomateriales y en la siguiente lista se agrupan solo algunas de ellas:
– Son sustancias naturales o artificiales (sintéticas).
– Son sistémica y farmacológicamente inertes, lo que significa que no deberían provocar una respuesta en el organismo y que no afectan negativamente sus tejidos.
– Están especial y cuidadosamente diseñados para ser incorporados o implantados en un ser vivo.
– Son capaces de estar en íntimo contacto con tejidos vivos (músculo, hueso, sangre, fluidos corporales, etc.) sin ver afectadas sus propiedades (dependiendo de para qué fueron diseñados).
– Son empleados para reemplazar partes del cuerpo humano.
– Son empleados para tratar distintas enfermedades y heridas (suturas, catéteres, agujas, placas, etc.).
– Se aprovechan también con aplicaciones diagnósticas y de almacenamiento.
– Dependiendo del tipo de biomaterial, se emplean durante períodos de tiempo variables.
– Pueden ser metálicos, cerámicos, poliméricos o combinados (compuestos).
Biocompatibilidad
Una de las características más especiales de estos materiales es, sin duda alguna, la de la biocompatibilidad, que se define como una cualidad de algunos materiales para generar respuestas positivas por el sistema biológico con el cual entran en contacto para cumplir funciones específicas.
Esta cualidad no solo es desde el punto de vista biológico, sino que también es una característica química y mecánica que favorece la interacción de estos materiales con los sistemas vivos.
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